- Lecciones aprendidas y mejores prácticas para superar catástrofes naturales.
Por Ariana Beaton T.*
La respuesta a desastres es un proceso complejo que involucra la participación de múltiples agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales (ONG), líderes comunitarios y el sector privado. Aunque cada uno de estos actores tiene un rol específico y valioso, la falta de coordinación eficiente entre ellos puede resultar en un uso ineficaz de recursos y respuestas desorganizadas que terminan afectando a las comunidades más vulnerables. Este artículo explora algunos de los principales desafíos que enfrentan las agencias durante un desastre y las mejores prácticas para superarlos, con un enfoque en las lecciones del huracán María.
- Falta de comunicación clara y estructurada
Uno de los mayores obstáculos en la respuesta a desastres es la falta de una comunicación clara y estructurada entre las agencias participantes. Las diferencias en los sistemas de comunicación, jerarquías organizacionales y cadenas de mando pueden causar retrasos y malentendidos críticos. Durante el huracán María en Puerto Rico, uno de los principales retos fue la desconexión en las líneas de comunicación entre agencias federales y locales, lo que llevó a respuestas descoordinadas y al mal uso de los recursos, como la entrega de ayuda no organizada por parte de ONG.
Lección aprendida: invertir en tecnologías de comunicación resilientes y plataformas colaborativas que aseguren que todas las entidades involucradas puedan compartir información en tiempo real es esencial. Además, es crucial actualizar los planes de comunicación durante la emergencia, estableciendo un enlace dedicado para las ONG, líderes comunitarios y el gobierno. Estas medidas aseguran una respuesta más eficiente y ordenada.
- Duplicación de esfuerzos y uso ineficiente de recursos
Otro desafío común es la duplicación de esfuerzos entre agencias, lo que puede dejar a ciertas áreas desatendidas.
Mejores prácticas: para evitar esto, es clave implementar un Centro de Operaciones de Emergencia (COE) como eje de coordinación, con un Sistema de Comando de Incidentes (ICS) que permita el seguimiento en tiempo real. Cada área, como transportación, logística y seguridad pública, debe tener un enlace en el COE para coordinar acciones. Esto facilita una delegación eficiente de recursos y una mejor comunicación con el público a través de un portavoz designado. Además, mecanismos de retroalimentación y materiales multilingües ayudan a optimizar la respuesta, garantizando que todas las comunidades sean atendidas.
- Diferencias en la Capacidad de Respuesta de las Agencias
Las agencias varían en su capacidad de respuesta, lo que a menudo lleva a desajustes en la colaboración.
Lección aprendida: Realizar evaluaciones de capacidad previas a un desastre es fundamental. Estas evaluaciones permiten identificar las fortalezas y debilidades de cada entidad y diseñar planes de apoyo mutuo, asegurando que los recursos lleguen a donde más se necesitan y complementando las capacidades de las agencias más pequeñas con las de las más grandes.
- Desafíos en la coordinación entre sectores Públicos y Privados
La integración del sector privado en la respuesta a desastres es crucial, pero la falta de preparación y acuerdos previos puede ser un obstáculo.
Mejores prácticas: Es fundamental establecer acuerdos de colaboración entre el sector público y privado antes de un desastre. En el caso del huracán María, la ausencia de preparación para colaborar con el sector privado resultó en demoras. Desarrollar plataformas de cooperación que alineen las capacidades del sector privado con las necesidades del sector público puede facilitar una respuesta más rápida y efectiva. Además, los procesos de adquisición previos, basados en experiencias pasadas, aseguran una mejor respuesta.
- Falta de entrenamiento y simulaciones conjuntas
Aunque cada agencia puede estar bien capacitada, la falta de simulaciones conjuntas puede crear brechas en la coordinación durante una emergencia.
Lección aprendida: Realizar simulacros interinstitucionales anuales es crucial para afinar la respuesta conjunta ante desastres. Estos ejercicios permiten a las agencias identificar y corregir errores antes de una crisis real, fortaleciendo la cohesión entre entidades.
Hacia una respuesta coordinada y eficiente
En conclusión, la coordinación interinstitucional durante un desastre no es solo un desafío logístico, sino una necesidad para salvar vidas y maximizar el uso de recursos. A través de la implementación de tecnologías avanzadas, la planificación previa, la creación de marcos de colaboración y el entrenamiento conjunto, las agencias pueden superar los obstáculos y asegurar una respuesta más rápida y efectiva. Solo una coordinación eficiente puede garantizar que ninguna comunidad se quede atrás en momentos de crisis.
*Ariana Beaton T. Business Development Manager Intern On Point Strategy LLC ISO 9001 Certified by NQA Certified 8(a), EDWOSB, and HUBZone Consultoría y servicios a empresas. Caguas, Puerto Rico.