- La competencia es feroz en la industria para destacar, no basta una instalación de materiales impecable, sino que es una necesidad o casi una obligación certificarse.
Por Ricardo Guzmán*
Es frecuente leer o ver en las noticias que la policía descubrió y clausuró un lugar donde se les realizaba a vehículos blindaje “artesanal”. Pero ¿qué es eso?, pues se entiende que un sitio que trabaja fuera de la legalidad, no cuenta con permisos ni registros y seguramente su producto final es comercializado dentro del crimen organizado, aunque esto último no es necesariamente cierto, porque es de todos sabido que operan un gran número de blindadoras sin registro, produciendo y vendiendo a público en general. Entonces, aquí el término “artesanal” ¿es sinónimo de mal hecho?, recordando las imágenes de esos monstruos blindados que parecen salidos de alguna película del apocalipsis humano, en todo caso me gusta más el término “blindaje” o “blindaje rústico”.
Por otro lado, es común ver la propaganda comercial de las blindadoras bien establecidas que insisten en mencionar entre las bondades o diferenciadores de su producto, que su proceso de blindaje es artesanal y nuevamente nos preguntamos, ¿Qué es eso?, Me explicaba el dueño de una blindadora que es porque su instalación es manual, que se requiere de la experiencia y detalle cuidadoso del personal que lo ejecuta. Luego pensé que si estamos hablando que el blindaje automotriz es, o debería ser una industria con procesos de producción, controles de calidad, certificaciones y estándares cada vez más rigurosos sobre todo porque el producto final es un bien que protege vidas humanas, el término “artesanal” no tiene cabida en esta industria.
Sin demeritar el esmero personal que cada empleado imprime en la actividad particular dentro de su jornada, no son artesanos, son operadores de producción. Así como la planta de blindaje tiene su gerente de producción, un operador de producción se encarga de la línea de ensamblaje, ejecutando trabajos individuales en determinada etapa de la producción del bien final.
Principalmente su trabajo consta en el desarmado de la unidad, montaje del blindaje opaco o transparente, tapicería, control de calidad, etc. debiendo tener en cuenta un proceso estandarizado, de lo contrario cada trabajo finalizado resultaría distinto porque los equipos tienden a operar de manera diversa sin una organización clara. Lo cual me llevo a recordar a otra blindadora conocida que teniendo dos plantas de producción en dos estados de la Republica, en un mismo vehículo en una planta usaban más material opaco que en la otra y por ende el producto final tenía que ser distinto sin duda.
O en aquellas que gustan de ejecutar su trabajo en las llamadas estaciones de trabajo, donde la experiencia del líder del cada equipo define la calidad de cada vehículo encargado, siendo el héroe o villano si las cosas salen bien o si es mal logrado el resultado me decía un director comercial.
En estas tareas el operador de producción deberá contar con habilidades del uso de maquinaria especializada que exige una capacitación formal y cumplimiento de normas de seguridad industrial.
La industria del blindaje en particular, exige procesos de producción estandarizados para hacer más eficiente la operación y sobre todo garantizar la salud financiera y operativa de la empresa al eliminar actividades innecesarias, reducir el desperdicio de recursos, prevenir errores humanos, aumentando la productividad y mejorando la calidad de los productos. Una vez que establecen los estándares de producción adecuados no basta solo con definirlos, se deberá hacer una supervisión.
Todas las actividades primordiales de la empresa deben ser incluidas en la estandarización de procesos operativos. Dejemos de lado lo artesanal y el destajo para dar paso a lo industrial, los 30 años de camino andado lo exigen. Aquellas empresas que busquen la mejora generarán más confianza de los usuarios y se distinguirán como especialistas destacados del sector. La competencia es feroz en la industria para destacar, no basta una instalación de materiales impecable, sino que es una necesidad o casi una obligación certificarse, más aún cuando nos estamos quedando rezagados con respecto a nuestros pares en el extranjero que ya están certificando vehículos terminados, de no hacerlo estaremos jugando en la segunda división del blindaje por un largo rato.