- La apuesta por la seguridad, soberanía tecnológica e inclusión digital.
- México ocupa el lugar 62 de 193 países en el Índice de Desarrollo del Gobierno Electrónico (e-Government Development Index, EGDI), que evalúa el progreso de los países en el uso de TI en las instituciones públicas locales.
- Con iniciativas como la Llave MX e implementación de mejores prácticas internacionales, México aspira a convertirse en un referente global en la digitalización de los servicios gubernamentales.
La ciberresiliencia debe convertirse en un elemento clave para impulsar no solo la modernización administrativa, sino también la protección de los ciudadanos frente a riesgos cibernéticos. Sobre todo, si consideramos que el sector público es el más vulnerable frente a las amenazas cibernéticas, ya que a nivel global, 38% reconoce que carecen de suficiente resiliencia ante incidentes de ciberseguridad, en comparación con el 10% de las organizaciones medianas y grandes del sector privado, según el informe Global Cybersecurity Outlook 2025.
“La transformación digital en el sector público está experimentando un impulso sin precedentes, pero con ella vienen importantes desafíos, especialmente en términos de ciberseguridad, que deben abordarse. La rápida adopción de tecnologías emergentes, aunque necesaria, también expone a nuevas vulnerabilidades que deben ser abordadas con urgencia para garantizar la protección de datos y la continuidad operativa”, refirió Alicia Trejo, gerente ciberlegal de IQSEC.
México se enfrenta a una serie de retos en su camino hacia la digitalización, no solo en términos de modernización administrativa, sino también en lo que respecta a la seguridad de la información. Los más importantes para cualquier iniciativa digital son la validación de identidad confiable; el fortalecimiento de la seguridad de las contraseñas; mitigación de amenazas cibernéticas; interoperabilidad y escalabilidad tecnológica; cumplimiento normativo y ético, y fomento de la confianza ciudadana.
“La integración de tecnologías biométricas, como el reconocimiento facial o las huellas dactilares, es crucial para garantizar que la identidad del usuario sea verificada de manera precisa y segura, pero también campañas de concientización para fomentar una política de contraseña y la vigilancia proactiva. Además, las herramientas que se adopten deben ser lo suficientemente escalables para soportar un aumento en el volumen de usuarios, sin perder rendimiento ni comprometer la seguridad, y apegarse a estrictas normativas de protección de datos, tanto a nivel nacional como internacional, para que los ciudadanos se sientan tranquilos al interactuar con los servicios digitales”, explicó la especialista en ciberseguridad.
Hoy, México ocupa el lugar 62 de 193 países en el Índice de Desarrollo del Gobierno Electrónico (e-Government Development Index, EGDI), que evalúa el progreso de los países en el uso de tecnologías de la información en las instituciones públicas locales. Para mejorar esto, el país debe evaluar el destino adecuado de recursos para establecer protocolos robustos de seguridad de la información, liderar la política nacional en soberanía tecnológica y avanzar en el desarrollo de software, infraestructura tecnológica, análisis de datos, ciberseguridad y telecomunicaciones.
“Actualmente, existe la iniciativa gubernamental Llave MX, que es una plataforma de identidad digital para la gestión de trámites, que forma parte de las primeras acciones la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), cuyas principales atribuciones son la formulación y la conducción de políticas de inclusión y gobierno digital, tecnologías de la información, comunicación y telecomunicaciones”, explicó Alicia Trejo.
Sin embargo, para lograr los objetivos de manera más rápida y eficiente, México debe aprender de otras naciones que ya han implementado con éxito sistemas de identidad digital y servicios gubernamentales en línea. Por ejemplo, Estonia, con su sistema X-Road, ha logrado una integración efectiva entre plataformas gubernamentales, asegurando la seguridad y la interoperabilidad de los sistemas. India ha registrado más de mil millones de ciudadanos en su plataforma Aadhaar, proporcionando acceso digital a una amplia gama de servicios públicos. Singapur y Canadá han adoptado tecnologías avanzadas de autenticación biométrica, lo que les ha permitido garantizar la protección de los datos personales.
“Con base en estos modelos, nuestro país tiene la oportunidad de crear un sistema de identidad digital robusto que facilite el desarrollo de trámites y servicios digitales, la integración de una red de emergencias, atención y orientación ciudadana, la gestión del pago de contribuciones estatales, bajo una identidad digital estatal; todo con certeza de identidad y seguridad jurídica, bajo un enfoque de privacidad y ciberseguridad por diseño”, detalló la gerente ciberlegal de IQSEC.
No obstante, uno de los retos más complejos será garantizar que el sistema pueda escalar de manera efectiva para atender a una población diversa y creciente. Por lo que la infraestructura tecnológica debe ser escalable para soportar un aumento en el número de usuarios y las transacciones diarias. En consecuencia, “el camino hacia una transformación digital exitosa es largo y estará lleno de desafíos técnicos, logísticos y normativos que, probablemente, aún no vislumbremos del todo. Sin embargo, México podría sentar las bases de un sistema público digital que simplifique la relación entre el Estado y los ciudadanos, convirtiéndose en un modelo de referencia para la región», finalizó la especialista.