Convergencia de seguridad física y lógica en la ciberseguridad moderna: NTT DATA

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  • La convergencia de ambas es crucial, ya que un enfoque aislado puede dejar vulnerabilidades explotables.

Por: Enrique Bernao Rosado*

Este tema está transformando la ciberseguridad moderna, ya que ambas disciplinas, tradicionalmente aisladas, se están entrelazando para ofrecer una protección integral ante amenazas que pueden ser tanto físicas como digitales. Esta integración busca garantizar la seguridad de personas, bienes y datos, aprovechando las fortalezas de ambos enfoques para prevenir, detectar y responder a incidentes de seguridad.

Por dar algo de contexto, la seguridad física, engloba medidas para proteger el entorno físico, como edificios, oficinas o personas, contra accesos no autorizados, robos, sabotajes o desastres naturales.

Mientras que la seguridad lógica, incluye prácticas y herramientas para proteger la información digital y los sistemas contra accesos no autorizados, ciberataques y otras amenazas. La convergencia de ambas es crucial, ya que un enfoque aislado puede dejar vulnerabilidades explotables.

Integración de seguridad física y lógica

La convergencia de estos sistemas permite que las organizaciones tengan un enfoque de seguridad holístico, creando barreras más sólidas contra una gama amplia de amenazas. Veamos algunos ejemplos:

  • Control de acceso multifactorial: este tipo de control de acceso utiliza tanto factores físicos como lógicos para autorizar a una persona a entrar en un lugar o a un sistema. Este enfoque híbrido dificulta que una sola vulnerabilidad sea suficiente para burlar la seguridad.
  • Videovigilancia inteligente: con el uso de cámaras conectadas a redes inteligentes y dotadas de algoritmos de inteligencia artificial, las organizaciones pueden monitorear áreas físicas en tiempo real y detectar comportamientos sospechosos.
  • Gestión de Identidad y Acceso (IAM) centralizado: en instalaciones grandes, la gestión de identidades que abarca tanto la seguridad física como la lógica permite que una organización controle el acceso de sus empleados de manera integral.
  • Dispositivos IoT en seguridad física: los dispositivos de IoT son cada vez más comunes en la seguridad física, como cámaras de vigilancia o cerraduras inteligentes. Sin embargo, al estar conectados a redes digitales, son susceptibles a ciberataques.

Riesgos y vulnerabilidades en la integración de IoT y seguridad lógica A medida que más dispositivos IoT se integran en sistemas de seguridad física, surgen nuevos desafíos en términos de ciberseguridad. Algunos de los principales riesgos incluyen:

  • Falta de actualizaciones de seguridad: muchos dispositivos IoT no se actualizan regularmente, lo que deja abiertas vulnerabilidades conocidas. Los atacantes pueden aprovechar estas brechas para acceder a la red o manipular el dispositivo.
  • Credenciales por defecto: algunos dispositivos IoT vienen con credenciales de fábrica que son fáciles de adivinar. Si no se cambian, un atacante podría utilizarlas para comprometer el dispositivo y obtener acceso a la red lógica.
  • Conectividad directa a Internet: si los dispositivos IoT están directamente conectados a Internet sin pasar por firewalls o redes privadas virtuales (VPN), pueden convertirse en puntos de entrada fáciles para atacantes externos.
  • Falta de segmentación de redes: muchos sistemas de IoT se encuentran en la misma red que otros activos críticos, lo cual facilita que, si un dispositivo es comprometido, el atacante tenga acceso a toda la infraestructura de la organización.

Mejores prácticas para una implementación segura

Para minimizar estos riesgos, es esencial adoptar una serie de buenas prácticas al integrar seguridad física y lógica:

1.- Autenticación Multifactorial (MFA): Implementar autenticación multifactorial para todos los accesos, tanto físicos como lógicos, de manera que se reduzcan las probabilidades de acceso no autorizado.

2.- Actualización y parcheo constantes: Mantener todos los dispositivos y sistemas actualizados con los últimos parches de seguridad es esencial para prevenir el aprovechamiento de vulnerabilidades conocidas.

3.- Segmentación de Redes: Aislar los dispositivos IoT en redes separadas y aplicar firewalls robustos y protocolos de comunicación seguros ayuda a limitar el acceso de atacantes a la red principal en caso de que un dispositivo IoT sea comprometido.

4.- Uso de Redes Privadas Virtuales (VPN): Al conectar dispositivos IoT o de seguridad física a la red, se debe considerar el uso de VPNs para añadir una capa extra de seguridad y cifrado en la transmisión de datos.

5.- Monitorización en tiempo real y respuesta a incidentes: Implementar sistemas de monitoreo en tiempo real que detecten y respondan de forma automática a actividades sospechosas en redes y dispositivos IoT puede prevenir el escalamiento de incidentes de seguridad.

6.- Formación y Concienciación: Invertir en la formación del personal es vital, ya que los errores humanos son una de las causas más comunes de brechas de seguridad. Los empleados deben entender los riesgos de la convergencia de seguridad física y lógica y saber cómo responder ante una posible amenaza

En conclusión, la convergencia de la seguridad física y lógica es una evolución necesaria en la ciberseguridad moderna que busca proteger de forma integral a las organizaciones frente a amenazas complejas y multifacéticas. Aunque esta integración aporta grandes beneficios, también plantea desafíos que deben abordarse con una estrategia bien planificada, centrada en buenas prácticas de seguridad y una combinación efectiva de tecnologías avanzadas. A medida que la ciberseguridad evoluciona, la convergencia entre estos dos ámbitos será un pilar esencial para mantener la resiliencia de cualquier organización en el entorno actual

*Enrique Bernao Rosado, Cybersecurity Manager

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